Arcano XVI: La Torre.
Profunda transformación interior, curación, destrucción de lo viejo para hacer sitio a lo nuevo, renovación espiritual, autoconocimiento.
Planeta Regente: Marte
Elemento: Fuego
La escena que nos muestra la Torre es la del alumbramiento repentino de las tinieblas por causa de un rayo que destruye lo construido hasta el momento, y, por consiguiente, supone un nuevo comienzo. El poder del fuego consumidor y purificador destruye y barre hacia fuera lo viejo. Nada se salva. La torre del ego se tambalea hasta sus cimientos. Este conocimiento de la verdadera naturaleza de los hechos nos permite reconocer los valiosos regalos que recibimos a través de las perdidas y las desilusiones dolorosas. Si estamos dispuestos a aceptarlos, los momentos de ansiedad y miseria interior pueden ser de los más productivos de nuestra vida. Es también una de las cartas curativas más importantes. La extracción de un diente puede ser dolorosa, pero muchas veces es la única manera de desintoxicar el resto del cuerpo.
La Torre simboliza la etapa de Despertamiento, la cual se define como “El primer relámpago de clara visión por medio del cual la persona percibe por primera vez que toda criatura, cosa y circunstancia, forman parte de una Plan Divino de evolución”.
Se le asigna la letra hebrea Féi cuyo valor es ochenta, que significa La Boca como órgano del lenguaje, sugiriendo poder de expresión ya que es a través de la boca que se emiten las expresiones de la vida. La influencia de Marte se hace sentir como deseo de realización, y en mitología se le concibe como el guerrero, porque la destrucción es la base de la existencia, en otras palabras, el poder es liberado por desintegración.
A nivel adivinatorio: claridad, verdad, ambición, lucha, valor, abandono de viejos hábitos, destrucción, caída, iluminación, operación, divorcio, ruptura de una sociedad.
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