La falta de tiempo y los muchos compromisos de trabajo, sociales y familiares, son alguna de las razones que aducen una gran mayoría de los participantes a los talleres, para no realizar los ejercicios de relajamiento.
Al dedicarle a nuestro cuerpo un pequeño espacio para hacer algo que va a mejorar nuestra manera de vivir, es decir; que va a despertar nuestra conciencia y sabiduría interior, ayudándonos a combatir las angustias y temores que tenemos almacenados en nuestro subconsciente, nos estaremos dando un maravilloso regalo.
Las Angustias y temores son los que nos impiden, en la mayoría de los casos, una relajación consciente y profunda.
Relajación para disminuir las tensiones cotidianas:
A.- Acuéstese en una alfombra o en una cama con la columna vertebral recta y respire profundamente. Estire todo su cuerpo. Hágalo como si fuera un gato y luego afloje todo el cuerpo. Haga este estiramiento tres veces. Cada movimiento debe unirse a una respiración profunda.
B.- Cierre los ojos y respire lento y profundamente. Sienta su respiración.
C.- Trata de sentir los latidos de su corazón, siga el sonido de su respiración. Trata de no pensar en nada. Quédese así cinco (5) minutos.
D.- Vuelva de nuevo y repita los pasos A,B y C tres veces y siéntase relajado.
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