El ángel de enero: Gabriel
Nos enseña a mirarnos a nosotros mismos a ser honestos y a hacernos cargos de nuestras vidas. Este ángel nos protege con su constante compañía al iniciar el año. Las lecciones del año anterior son clarificadas e integradas con su ayuda. Gracias a Gabriel podemos emprender nuevas metas, hacer los cambios que las actuales necesiten y comenzar el camino una vez más.
El ángel de febrero: Bachiel
Es el ángel que representa la paciencia; nos enseña a aguardar con el corazón lleno de esperanza en el futuro. A medida que el verano transcurre, nos prepara para una transición.
Moverse a la velocidad adecuada, sin apresurarse, es una que las experiencias de Barchiel nos proporciona. También nos pone en posición de aprender a confiar en la Divina Providencia y esperar lo mejor de la vida.
El ángel de Marzo: Machidiel
Con la llegada luminosa y compasiva de Machidiel, necesitamos toda nuestra fuerza para despedirnos del buen tiempo. Aceptar los ciclos de la vida y sus cambiantes condiciones es más fácil gracias a la compañía de Machidiel, quien nos alegra, eleva nuestro espíritu y nos llena de valor llena de valor cada día. Con la asistencia de Machadiel, podemos atravesar fácilmente cualquier dificultad, superar los problemas y salir fortalecidos.
El ángel de Abril: Asmodel
Representa el espíritu de lo permanente, nos hace consciente de la afortunada y generosa cosecha que disfrutamos. Este ángel nos invita a mirar hacia atrás y revisar nuestros planes, ver en que acertamos y en que nos equivocamos. Nos enseña a discernir entre lo correcto y errado. Asmodel nos enfrenta a las consecuencias de nuestros actos; su gran lección es aceptarnos tal como somos.
El ángel de Mayo: Ambriel
El ángel del otoño nos hace volcar la mirada hacia la familia, el bienestar de los nuestros cobra valor, el hogar adquiere importancia. Siendo la prioridad quienes nos rodean queda de manifiesto gracias a la influencia amorosa y conectiva de Ambriel, quien nos enseña a agradecer y reconocer a quienes nos apoyan. Una facultad que se despierta en la presencia de Ambiel es el perdón; es una época para olvidar el resentimiento.
El ángel de junio: Muriel
Es el ángel que personifica la generosidad y el desapego a lo material. Los proyectos materiales son reforzados por un importante aspecto espiritual; siempre hay un trasfondo positivo en cada acción y Muriel nos hace consciente de esto. Cada acto de bondad está basado en un impulso celestial, solo debemos darnos cuenta para beneficiarnos de su energía sanadora. El amor de Muriel siempre vive en nuestros corazones.
El ángel de julio: Verchiel
Verchiel es el ángel de la perseverancia, nos enseña a soportar con fe lo más crudo del invierno, a ver la pequeña luz que siempre brilla en la noche más oscura. Sabemos que la esperanza de la primavera aun está lejos, pero no por eso es menos real. La lección de Varchiel es concretar nuestras energías y guardarlas hasta el momento en que deban ser utilizadas de la mejor forma.
El ángel de agosto: Hamaliel
Cuando las cosas no parecen mejorar, la llegada de Hamaliel lo arregla todo. Los planes se rectifican, las metas que ambicionamos se clarifica y todo adquiere un sentido profundo es nuestras vidas. A medida que el sol comienza a entibiar tímidamente los días, también nuestro corazón se llena de energías positivas. Presentimos gracias a Hamaliel, que siempre es posible tener una nueva oportunidad y la vida ofrece siempre otro comienzo.
El ángel de septiembre: Zuriel
El corazón se ilumina ante la presencia cálida de Zuriel; recobramos el coraje y el valor para enfrentar la vida, Zuriel nos impulsa a salir del cascaron, a buscar oportunidades y aprovecharlas, reconociendo en cada una de ellas la semilla de lo sagrado. Recordamos que cada uno de nosotros es una huella divina que merece crecer en las mejores condiciones, buscarlas es nuestro deber.
El ángel de octubre: Barbiel
Con el sol brillando en el horizonte, la primavera es una realidad que vivimos día a día y la presencia de Barbiel es más que una promesa, es la realidad de que nuestros sueños tienen el potencial de llegar a concentrarse. Nuestros talentos que estaban dormidos, por fin despiertan y merecen ser desarrollados. Somos frutos que están creciendo bajo la mirada bondadosa de Barbiel; estamos protegidos.
El ángel de noviembre: Adnachiel
Crecemos día a día, Adnachiel nos da la fuerza divina para hacerlo. El ángel de noviembre es relajado y esta siempre dispuesto a escuchar, nuestros planes y proyectos están bajo su directa protección. Adnachiel también es el patrón de las amistades y de las relaciones familiares, las cuales florecen bajo su mirada amorosa. Con la ayuda de Adnachiel, estamos seguros de no desviarnos del camino trazado.
El ángel de diciembre: Anael
Anael preside el mes de las celebraciones, un tiempo para jugar y reciclar nuestra energía en la mejor compañía posible. Nuestros propósitos están bien encaminados y no tememos por ellos. Podemos contemplar como lo que hemos sembrado contiene la promesa de una cosecha abundante; también es necesario disfrutar de nuestro esfuerzo y gozar de los dones que recibimos diariamente.
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