Arcano XIX. El Sol. Sol, intensa energía creativa, conciencia, relación amorosa plenamente satisfactoria, sabiduría, transformación de la espiritualidad.
Planeta Regente: El Sol.
Elemento: fuego.
El arcano diecinueve ofrece una propuesta que se hace para incitar a buscar la percepción iluminada de la Realidad, de manera que se llegue a ver las cosas como realmente son y no como aparentan ser. Cuando al fin se consigue, la nueva percepción de las cosas de este mundo viene acompañada de una inmensa dicha y además de la sensación de estar totalmente vivos y radiantes, por lo que puede decirse que es como una vuelta a la niñez, cuando veíamos la vida unificada en alegría y luz, con ausencia total de prejuicios.
Su mensaje sugestivo es: Disfruto del aquí y del ahora sin preocupaciones, porque soy un hijo de Dios. El Padre y el universo colaboran conmigo para la realización del milagro de mi propia vida.
La transformación por la renovación de la mente es un resultado de auto dirección consciente y correctamente aplicada al esfuerzo del crecimiento. El nuevo nacimiento incluye alteraciones tanto mentales como físicas, inclusive en la química de la sangre, así como de la estructura sutil de las células de todo el organismo. Tales cambios conllevan a una profunda realización interna del verdadero lugar del hombre en el orden cósmico.
Al arcano se le asigna la letra hebrea Resh, que significa Cabeza; Rostro. En la cabeza se reúnen todos los poderes inconfundiblemente humanos y además, la cabeza sugiere autoridad y liderazgo, cualidades compatibles con los seres pertenecientes al Quinto Reino.
La nueva libertad se expresa a través de la alegría y del entusiasmo eufórico. Toda energía puede dedicarse ahora a seguir un camino creativo conjunto, en lugar de gastarse en luchas por el poder, celos y subterfugios. Están absortos en la luz transformadora; cada momento está lleno de la experiencia y el goce de la plenitud total. No están luchando por un objetivo distante, todo está aquí y es bueno. La luz de la consciencia penetra y purifica todos los aspectos de nuestra existencia.
A nivel adivinatorio: liberación, ganancias, éxito, alegrías, felicidad, vitalidad, arrogancia, exhibición, vanidad, energía disminuida, egoísmo.
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