El tarot y la orden Hermética del Amanecer Dorado - Alejandra Aristeguieta

miércoles, 28 de marzo de 2018

El tarot y la orden Hermética del Amanecer Dorado

El tarot y la orden Hermética del Amanecer Dorado 


Se debe ahora desviar el tema hacia la historia de la Orden Hermética del Amanecer Dorado, la sociedad reconstituida por el Dr. Westcott y sus colegas, con el fin de mostrar evidencia adicional de la autenticidad de la afirmación de los promulgadores del manuscrito cifrado.

De entre estos papeles, además de las atribuciones del Tarot, ciertamente se hallaban las estructuras básicas rituales que pretendían contener los secretos de la iniciación; un nombre (cuya dirección estaba situada en Alemania) de una Fraülein Sprengel era mencionado como una autoridad que resurge a partir de estos hechos. El Dr. Westcott le escribió, y con el permiso de ella fue fundada la Orden del amanecer Dorado en 1886.

El genio que hizo esto posible fue un hombre llamado Samuel Liddell Mathers. Después de un tiempo, la Sra. Sprengel murió; una carta escrita a ella en la que se pedía más conocimiento avanzado produjo la respuesta de uno de sus colegas. Esta carta informaba al Dr. Westcott de la su muerte y añadía que el autor de aquellas palabras y sus asociados nunca habían aprobado la acción de la señora Sprengel de autorizar cualquier formación de un grupo de trabajo, pero que, en vista de la gran reverencia y aprecio que se le tenía, se abstenían de cualquier confrontación directa. 

Aquel continuó diciendo que “ésta correspondencia debe cesar ahora”, pero que si ellos mismos querían obtener más conocimiento avanzado, podían conseguirlo perfectamente, usando de forma adecuada el conocimiento que ya poseían. En otras palabras, debían utilizar sus poderes mágicos para hacer contacto con los Jefes Secretos de la Orden (esto, dicho sea de paso, es un modo bastante normal y tradicional de proceder en estos casos).



Poco después, Mathers, habiendo maniobrado para colocarse a sí mismo a la cabeza de la Orden, anunció que había logrado hacer contacto; que los Jefes Secretos lo habían autorizado para continuar el trabajo con él como líder único. No existió, sin embargo, evidencia de que haya hablado con la verdad, ya que no hubo ninguna nueva entrada de conocimiento de particular relevancia hacia el interior de la Orden; a lo más, si hubo alguno, se pudo probar que Mathers pudo haberlo conseguido por medios normales, de fuentes absolutamente accesibles, tales como el Museo Británico.

 Estas circunstancias y un conjunto considerable de intrigas banales llevaron a una situación de absoluta insatisfacción a los miembros de la Orden. La consideración inicial de la señora Sprengel, de que el trabajo de grupo en una Orden de este tipo era posible, se demostró equívoca. En el año 1900, la Orden en su forma existente por aquel entonces, fue destruida.


La conclusión de toda esta información es simplemente mostrar que, por aquel tiempo, la preocupación principal de todos los miembros serios de la Orden era establecer contacto con los Jefes Secretos. Se logró el éxito este sentido en 1904, alcanzado por uno de los miembros más jóvenes de la Orden, Frater Perdurabo. Los detalles de este suceso son proporcionados en su totalidad en El Equinoccio de los Dioses.


No es de utilidad discutir aquí la evidencia que establece la verdad sobre esta afirmación, pero es de notarse que se trata de evidencia interna. Existe dentro del manuscrito mismo. No haría ninguna diferencia que algunas de las personas involucradas en estos hechos promulgaran como falsa dicha afirmación.




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