Piedras Mágicas y Curativas: Ágata.

 Lo primero que debemos saber, es que no es un mineral sino en realidad son variedades de calcedonia que presentan bandas de varios colores y la podemos encontrar en rocas volcánicas. Tanto su tamaño y sus tonalidades son variados. 

Al observarla se aprecian una serie de bandas concéntricas de colores similares, opacos y traslúcidos que recuerdan el corte de un tronco de árbol en sentido circular. También se conoce como la Octava Piedra bordada en el pectoral de Aarón.

 El Agata representa a nuestro planeta, en el cosmos. Se considera que aleja el miedo, el temor y nos protege de enfermedades, ademas es excelente para nivelar el sistema nervioso. Excelente para eliminar obstáculos que nos salgan al paso. Proporciona también el deseo de crear y elevarse a situaciones de alta espiritualidad. Promueve la alta estima. Obsequia larga vida y prosperidad. Facilita la habilidad para encontrar la verdad y aceptar las circunstancias. 

Los introvertidos encontrarán en esta piedra una gran ayuda, pues se sentirán más seguros de sí mismos. Aleja las fuerzas negativas. Confiere paz y equilibrio espiritual. Se utiliza desde la antigüedad para curar y evitar el mal de ojo. Esta gema es una protección mágica contra peligros y aleja la envidia y la maldad. Hace que su portador gane simpatías y fue muy usada, por esa razón, por los reyes en la antigüedad. Inclusive, protege contra las picaduras de insectos y de los rayos. Otra característica mágica es que, si colocas una piedra de ágata en la boca, calma la sed.